Algo así es lo que suele sucederme por estas épocas. Hay pocas cosas tan satisfactorias en la vida como tener amigos.
A ustedes, manga de sátrapas que la vida me ha dado, les agradezco el haberme sostenido el alma en momentos de zozobra, las risas de carcajada grande y todos los vinos descorchados.
Los quiero.