domingo, 13 de julio de 2008

My Blueberry Nights


Partamos de la base que yo quería ir a ver 88 minutos, pero como parece que la daban sólo en Rosario o Mendoza y eso no es a la vuelta de mi casa propuse - cual cruel plan B - ir a ver My Blueberry Nights, sin saber mucho de qué se trataba; lo único que tenía en claro es que era el debut cinematográfico de Norah Jones y que estaba dirigida por un chino que parece que es un capo pero que para mi es un chino más llamado Wong Kar-Wai.

Ya que estamos les canto todos los créditos y después vemos quién es quién y de qué nos hablan estos señores:

El título en éste país - que aún no entiendo con qué criterio le pone los títulos a las películas - es: El sabor de la noche (tal vez con la r de sabor alargada.. onda.. saborrrrrrrrrrr.. azucarrrrrrrrrrrrrrr). Tal vez la línea de diálogo - que obviamente me hizo largar el primer moco a los 3 segundos de iniciada la peli - How do you say goodbye to someone you can't imagine living without? (¿Cómo le decís adios a alguien sin quien no te podes imaginar la vida? ) sería más acorde a un encabezado coherente con el argumento de la vista, pero es largo.

Filmada en el año 2007, guionada por Wong Kar-Wai y Lawrence Block; la música la eligió un chino que se llama Shigeru Umebayashi y la fotografìa la hizo Darius Khondji. Toda gente que me encantarìa conocer pero aún no tengo el gusto.
Los actores y actrices que componen esta vista son: Norah Jones, Jude Law, Natalie Portman, Rachel Weisz, David Strathairn entre los protagonistas y papeles más relevantes.

Ahora sí, les cuento que llegué al cine sin mucha espectativa pero recordando Memorias de una Geisha o La Casa de las Dagas Voladoras (ninguna de las dos nada que ver con ésta, pero es lo más cercano al cine oriental que he tenido a mi alcance); tenía una crìtica mas o menos aceptable y digamos que era una de las pelis que estaba en mi lista de las que quiero ver pero sin apuro y ahora me vengo a enterar que estuvo nominada para la Palma de Oro en Cannes.

Apenas empezó la vista ya me gustó. Me gustó el primer plano de Jude Law (Jeremy) medio desprolijo y con esa barbita de 4 días -tan lejos de Closer - me gustó la situación: un bar lleno de gente en Nueva York, el teléfono que sonaba preguntado por un cliente que sólo es reconocido por lo que consume y no por la descripción fìsica, tomas desde detrás de los vidrios - como simulando un ficiticio afuera - con luces de neón y letras rusas azules en la puerta; me gustó el tipo de imágen no muy prolija y con esa cosa de foto como raspada contra el asfalto. Y me encantó - bah.. me encantA - el british accent... me gustó. Mucho. El acento y el muchacho acentuado.

La vista narra aproximadamente un año en la vida de una chica (Norah Jones) llamada Elizabeth - ese es el nombre completo porque en el transcurso de la peli se llama Liz, Lizzie, Beth, Betty y qué se yo cuantos nombres más; permitiéndole ésto poder cambiar no sólo de nombre sino de ciudad - que rondará los 30 - pónéle - a la que le parten el corazón como una manzana de Sofovich. Ella se encula feo y le entrega las llaves del departamento que compartía con su novio al chico del bar el que las deposita en un gran jarrón de vidrio junto a otro puñado de llaves que le han entregado otros clientes que también alguien vendrá a buscar en algún momento. Una pequeña imágen que nunca debe faltar en un buen bar que se precie: la de historias de gente común que ha transitado borracheras e historias varias acodados, adormilados y/o empedados en la barra de un bar.

Elizabeth iba todas las noches al bar de Jeremy a constatar si su ex novio se había llevado las llaves - las que seguían en el frasco con el resto - y es en una de esas noches que él le sirve el bendito Blueberry Pie con una bocha de helado arriba (tarta de arándanos que por estos pagos no es consumido, pero podríamos equipararlo a un cheese cake con salsa de frambuesas con helado de crema americana) en el que ella se sumerge dialogoando y estrechando lazos afectivos y emocionales con él. Una de esas Blueberry Nights es que ella asume que tiene que tomar una distancia entre la Elizabeth actual (la enamorada, despechada y dolida) y la que realmente quiere ser... por lo que una noche, ya harta de socavar su autoestima, se dice a sí misma ¡BASTA! de conmiseración, melancolía y sentimentalismo y se las toma sin avisarle a nadie.

La vista cambia de ángulo en el preciso momento en que Elizabeth y Jeremy tienen el siguiente diálogo, y creo que en él se resume mucho de las relaciones humanas complicadas:

-Ella: ¿Y qué tiene de malo el pie de blueberries?
-Él: No hay nada de malo con él. Es simplemente, que la gente escoge otra cosa. Pero no puedes culpar al pie de blueberries, es solo que…nadie lo quiere…

Comienza así su periplo por Estados Unidos, donde trabajando como mesera en diferentes bares y cafeterías se conecta con las historias de la gente que los frecuenta. No sabe dónde va, no sabe qué busca; tal vez algo que remiende su corazón, algo que haga que la pena y la angustia vayan cediendo presión. Como dijo el director Wong Kar Wai Es la historia de una mujer que toma el camino más largo para conocer al hombre que ama.


Entre las historias de las que participa - que lo hace de perfil, ya que no se ve involucrada emocionalmente en las mismas - destaco la primera donde Rachel Weisz (Sue Lynne) y David Strathairn (Arnie Copeland) juegan el rol de una pareja separada hace un tiempo, siendo él un policía alcohólico en enterna recuperación y ella su ex mujer - pareciera - ligera de cascos pero ya separados.


Relaciones amorosas que no son, no se dejan ser pero al momento de no estar lastiman más que si estuviesen. Rachel y Arnie se comen las escenas (impecable la de Sue Lynne entrando al bar caminando segura pero como al descuido, medio despeinada con un vestido cruzado negro con un estampado en colorado.... juro que me enamoré instantáneamente); se plantan frente a la cámara y me sacudieron las emociones de tal manera que no sólo me calaron súperprofundo sino que me dejaron con los mocos flojos por el resto de la película. Más allá de demostrar que se puede trabajar con las emociones de una manera única le hace muchísimo contraste a una poco emotiva Elizabeth. Norah Jones no está mal; pero me queda la sensación de que actúa de la misma manera en que toca el piano y canta. Muy dulcemente pero totalmente alejada de cualquier tipo de exacerbación que demuestre que ALGO le sucede a nivel emocional. ¿Será que su rol y el director así lo requerieron? Tal vez en otras vistas nos enteremos si no se ha descubierto otro Kevin Costner u otro Steven Seagal.



Más adelante se cruza con una Natalie Portman (Leslie) que a mi no me terminó de convecer desde la estètica - demasiado flaca, el pelito corto y rubio que no le queda del todo mal pero con un look entre grunge y hippie - pero es formidable como trabaja encarnando a una jugadora empedernida que no confía en nadie. Otra vez se la llevan puesta a Noritah.

A esta altura de la película creo que simplemente Elizabeth es el hilo conductor, el personaje que va armando el collarcito de mostacillas donde cada una es totalmente diferente de la otra y no tienen una relacion entre sí más allá de ser lo que toca de cerca a la protagonista mientras trata de corregir sus problemas de sueño a deshora y de olvidar sus penas de amor para poder focalizarse en su vuelta a ese bar de Nueva York donde Jeremy la espera desde hace un año con un lugar reservado en la barra y una porción de Blueberry pie con una bocha de helado lista para ella.

Conclusión: a mi la vista me encantó, me hizo llorar a moco tendido, a la segunda línea de diálogo me di cuenta de que necesitaba una segunda visión con un anotador en la falda porque la poesía con la que el director y guionista narran la historia es digna de hacer pequeñas tarjetas.

La fotografía es maravillosa; con colores de ambientes internos que abusan de los dorados, los sepias, los azules y morados (tal cual un blueberry pie), con imágenes a veces fuera de foco, narrando emociones desde atrás de un vidrio, mucha noche, mucho bar, luces de neón y casinos eternamente nocturnos, mucha emoción flotando y diálogos con segundas y hasta terceras lecturas; la pelicula se torna una road movie con paisajes de la emblemática y beat ruta 66 que cuentan el pasar de tiempo en esos amaneceres cuasi perfectos y colores menos contrastantes aunque igual de vívidos.

La banda de sonido cuadra perfecto rondando el jazz y la melancolía. Otis Redding cantando Try a Little Tenderness en una escena entre Sue Lynne y Arnie - para mi gusto la más violenta, emocional y pictóricamente oscura que transcurre en la película - nos habla de la ironía y la perfección de los sentidos con los que el director pretende que nos involucremos dejando de ser así meros espectadores.

Me puse a investigar un poco y el director hizo otras cosas que se dicen marvillosas, siempre en su oriente natal (Hong Kong) siendo ésta su primera vista americana y parece que entrò a hollywood pisando fuerte.

Por mi parte veré de comprar el DVD y de paso ver el resto de las pelis de este director llamado Wong Kar-Wai que parece que va a formar parte de mi lista de preferidos.





8 la espiaron:

CB dijo...

Wow!! Señora. La felicito por semejante crítica detallada. Ví la película, con Norah Jones me pasó lo mismo que a Ud. Y el film, a mí, me gustó hasta el ok. Next.

Mensajero dijo...

Wong Kar Wai es uno de mis directores favoritos....no vi esta peli, pero sí otras de él.
Me encanta su ojo.
En Happy Together es increíble como fotografió Buenos Aires. Igual que la música de Piazzola que le puso a las cataratas....tuvo que venir un chino para que lo nuestro se vea lindo!!!!
Y Chungking Express es muy linda también.

Victor dijo...

Norah Jones actua? mira que completa la chica... toca y canta como los Dioses.

Buen informe, me dio ganas de verla. Luis Pedro Tony se puede retirar tranquilo. Ja...

Estoy esperando que salga The Kite Runner (cometas en el cielo?) para verla cuando termine el libro (hiper recomendado por mi lejana amiga Silvia de Leuven)

Saludos

Occam dijo...

Excelente comentario. Seguramente la veré, cuando aparezca en DVD.
Me parece que "¿Cómo le decís adios a alguien sin quien no te podés imaginar la vida?" en chino se dice Tan Pam Wai Shung.
Al otro que le adjudicás la nacionalidad de chino, es claramente japonés, lo que por acá es más o menos lo mismo, pero por allá no ;-).
Saludos.

Gabriela dijo...

cb me alegro no ser la unica que piense eso de la interpretaciòn de Norah Jones, espero que en una próxima pelìcula demuestre que fue sòlo el personaje.

mensajero ando en tratativas de conseguir sus pelis anteriores; me gustò mucho su manera sensorial de contar las cosas.

victor esta peli fue el debut cinematogràfico de Norah Jones; resultò un poco desapasionada pero veremos....
Respecto de pròximos estrenos yo ando esperando La otra, me encantan las pelis de època.

Occam mirà que yo te creo todo y soy capaz de afirmar - de ahora en más - que esa frase se dice así realmente!

en cuanto a los chinos y su similitud con los japoneses y la globalización visual de los orientales... ¿seremos nosotros, los argentinos, los abusadores o a los europeos también les pasa?

Saludos!

NegroShot dijo...

Le admiro la capacidad de escribir y escribir y no querer dejar nada fuera del tintero mire vea!!!

Roedor dijo...

A esta peli le dieron con un caño en su momento, pero a mí me gustó, más por la onda visual que por el contenido "puro y duro".

Te faltó decir que sobre el final aparece Chan Marshall, o sea la mina que canta bajo el seudónimo Cat Power, que además de muy bella es talentosísima (hasta como actriz).

Los espíritus sensibles nos emocionamos por estas boludeces, y sí, querida...

Gabriela dijo...

roedor a mi me gustò tanto que no sòlo me la comprè sino que no la presto y obviamente tengo el soundtrack.

La composiciòn visual del coreano es fantàstica!! Pero no me pude enganchar de la misma manera con sus otras pelis que bien cumplí mi promesa de ver.

En otro orden de autores y artistas otra peli que me encanta por los mismos motivos es La Casa de las Dagas Voladoras y sus previas y posts.

De paso le digo que me dio mucha bronca qu se le de tanta manija a la peli por ser el debut de Norah Jones y su temita (otra que no me termina de convencer.. la escucho tan falta de sustancia emocional para cantar) sino que ni bola le dieron a los otros artistazos que componen la banda de sonido como Ruth Brown, Cassandra Wilson y Otis Redding (por nombrar algunos).. De Gustavo Santaolalla se acordaron a la hora de los premios pero por ese exitismo que tenemos los argentinos.

si querido.. yo lloro en el cine y no me importa nada!! SNORTTTTT!!