domingo, 15 de julio de 2007

El Imperio de los sentidos


El 28 de septiembre de 2006 inauguró su local – el primero fuera de Venezuela y justamente en Buenos Aires - la bombonería gourmet KAKAO MAROA dirigida por el chef Sumito Estevez.

Primero vamos a ver quien es este señor o mejo dicho, fue lo que hizo en el 2006/2007 así no nos apabullamos con tanta info.

Se llama Sumito Estévez Singh, nació en Caracas (Venezuela) el 22/10/65, completó en el año ’89 la Licenciatura en Física en la Universidad de los Andes (U.L.A). Mérida, Venezuela y es capaz de hablar el español, Inglés y caza lo suficiente de francés como para al menos decir oui en vez de si.

Es Director y co-dueño del Instituto Culinario de Caracas (escuela para la formación intensiva de cocineros destinados al mercado laboral); anfitrión del programa de televisión de emisión diaria Puro Sumo del canal de cable latinoamericano Gourmet, desde Mayo 2004; Columnista los Domingos en el Diario El Nacional (Venezuela) con su columna Diario de un Chef; productor y anfitrión del programa de televisión de emisión diaria Sumo Placer para el canal de cable latinoamericano Gourmet, desde Mayo 2006; guionista y locutor del Micro de emisión diaria en Radio Diario de un Cocinero así como del programa de una hora los fines de semana en la Radio Onda de alcance nacional en Venezuela, desde Agosto 2005; dictó un taller especial de cocina en la Escuela Gato Dumas. Bogotá, Colombia, Junio 2007; invitado especial como expositor al Congreso Gastronómico Tendencias Gastronómicas (Buenos Aires, Argentina), Octubre, 2006; y acá el tema que nos convoca: Socio y concepto gastronómico de Kakao, Bombones Venezolanos (Caracas, Venezuela), Isla de Margarita (Venezuela) y Buenos Aires (Argentina).


¡Los bombones Gabriela, los bombones!

Este señor, de la manito de su socia en Buenos Aires, Maria Milagros Mendiry, se vino a Argentina a poner una bombonería gourmet llamada Kakao Maroa, que definen como un laboratorio de chocolates, porque trabaja en condiciones totalmente asépticas.

A la medida de un cuento de García Márquez, el local de Kakao Maroa muestra colores, luces y diseños que no existen en otra parte. Cajas diseñadas por artistas venezolanos y argentinos, libros, blends de te, un largo pasillo que lleva a un deck fresco con plantas, y la posibilidad de ser atendido al son de la dulce tonada venezolana de sus empleados, reza la crítica local.

Se jactan de elaborar sus productos con ingredientes totalmente orgánicos y tal cual lo hacen en Venezuela (tanto en Caracas como en la Isla Margarita) y contar para sus variadas recetas ingredientes tan exóticos como el bombón de chocolate amargo relleno de picante de catara -fermento de la yuca y hormigas culonas de las que los jíbaros sacaban su veneno para las puntas de sus flechas siendo esto letal para sus enemigos, pero parece que si las comes no te morís nada. Para los paladares más tradicionales ofrecen bombones de Chandon y dulce de leche, de vodka, Tía María, maracujá, guayaba, limón, té negro, jazmín, miel y limoncello. Para aquellos que están CASI al borde de dar el salto y experimentar sabores nuevos hay bombones de lavanda y chocolate amargo, pimienta con banana o panceta y ciruela y también los hay rellenos con queso y dulce de guayaba.

Aducen utilizar en Buenos Aires - al igual que en Venezuela - un cacao único, con un 73% de pureza, del que Sumito Estévez dice que tiene un golpe ácido en el fondo, bastante furioso, con curiosos toques yodados, algo marinos.
El local tiene una ambientación agradable, luminosa, cálida y original, con una pecera vidriada donde se puede observar a Víctor Pinto – el maestro bombonero – trabajar junto a sus colaboradores.

Cuenta con una pequeña biblioteca para pasar una tarde agradable y distendida mientras le sirven un riquísimo café, te, licores y bebidas refrescantes venezolanas, acompañados de tortas tan variadas como sus chocolates y cuentan con un servicio de desayuno con típicas recetas caribeñas: cachapas, tequeños y cachitos.

Por medio de un pasillo se accede a un pequeño living, un patio interior y una estantería nutrida con libretas de anotaciones, libros de arte, viajes, erotismo junto a otras lecturas de lo más variadas y eclécticas tal cual lo son sus bombones.

Las cajas de bombones poseen imágenes diseñadas por artistas locales y venezolanos luciéndose ordenadas en estanterías perfectamente iluminadas. La satisfacción de la compra -el cliente arma la caja a su gusto - es doble: placer supremo en el paladar y arte en el envoltorio.

La consigna es simple: Sumo Placer. Según la socia de Sumito Estévez, María Milagros Mendiry, estos bombones son, en resumen, orgasmos orales.

Tendré que ir a corroborar que tan cerca está esto de la verdad. Después les cuento.

Kakao Maroa
Federico Lacroze 1660
011- 4775-3076
Abierto de Lunes a Sábado de 10 a 21

1 la espiaron:

Gabriela dijo...

el sábado 21 de Julio me fui a tomar el tè como una señora gorda paqueta y de paso ver que onda este señor y sus bombones. Les cuento.
el lugar no es asssssssiii tal cual dicen los que supuestamente saben.
Ambientado con demasiada luz y las mesas y sillas de pinotea bastante berretonas (dijera mi amiga Marce: a esto le falta lija y unas cuantas manos de barniceta).
En la biblioteca se pueden observar varios libritos interesantes pero de esos llamados de coffe-table, de erotismo ni hablar, algunos para lectura y otros (los más) empaquetados para la venta.
El living es sólo un sillón y la música deja bastante que desear (mucho bosan algo, bosan tango... ahora todo es bosan...)a un volúmen que roza lo molesto.
Cuentan con una carta de tecitos bastante interesante pero una pena que sòlo tengan una variedad de torta para acompañarlo. Muy rica por cierto pero si me la hubieran servido bien me hubiera gustado más; me la dieron acostada en el plato con la punta rota.. y dijera la Pepi "esto esta bien para el cumple de la abuela.. pero aca NO!"

La idea de servir el té con coladores de cocina no es mala, pero joden las manijas tan largas a la hora de acomodar el colador en algún lado de la minimesa sin lijar.

Por lo que resumiendo: el servicio bastante malo.

Ahora lo importante: los bomobones.
Eso si.. AHHH! ESPECTACULAR! Probé de todo porque me pedí una pequeña degustación de los recomendados por dos venezolanas divinas con mucha onda.

El packaging: DIVINO! me compre una caja con unas gordas celulíticas tomando sol que reposan en mi living.

La pecera donde preparan los bombones: por ser sábado - creo - estaba out of service.

Conclusión: tome el té en su casa o en alguna casa de té de las conocidas y se va KAKAO MAROA a comprar bombones que se comerá como loco encerrado en su casa con una rica copa de licor o vinito.